lunes, 5 de noviembre de 2012

Empieza por Dios, continúa por tí y termina por ellos

Será cuando estes satisfecho con tu vida, con tus actos, con tus acciones y ser, cuando te ames a tí mismo, cuando des y recibas el amor de Dios, será cuando tendrás algo que dar, amor con el que tratar, y un hombro consistente que ofrecer.
Porque la persona que se odia a sí misma, tiene poco mas que odio en su interior, rabia y mal humor, no tendrá mucho que dar a Dios, pues le queda poco mas que pedir fuerza y ayuda para cambiarse a sí mismo, y menos aún tendrá para ofrecer al prójimo con el que convive.
Pues si se cumple el "amarás al prójimo como a tí mismo", podemos decir que si no te amas a tí mismo, poco podras amar al projimo ya que contigo mismo tendras que convivir toda una vida, qué menos que amarte lo suficiente, de manera que aquél que conviva contigo tenga el verdadero placer de que, durante su estancia a tu lado, no tenga otra cosa que sentirse plenamente feliz y querido, ése debería ser el objetivo de todo cristiano, preocuparse del prójimo, desde la persona que se sienta a tu lado en el autobús durante 5 minutos, compañeros de clase o tus padres y hermanos que ademas de convivir, siempre te van a dar lo mejor de ellos. Recompensales con lo mejor de ti, no habrá obra mas grande y hermosa que honrar a los que daría, su vida por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario